El Jiu-jitsu
Fue conocido en sus inicios como Gracie Jiu-Jitsu (debido a que el Jiu-Jitsu, fue difundido y hecho famoso en Brasil por el brasileño Hélio Gracie y Carlos Gracie, que fueron alumnos del japonés Mitsuyo Maeda, maestro de jiu-jitsu) y se especializa en la lucha en el suelo y sin golpes (en su faceta deportiva), siendo el objetivo ganar una posición de control del oponente en el suelo y a partir de ella utilizar luxaciones de las articulaciones (tobillos, rodillas, muñecas, codos, hombros, cervicales) o estrangulaciones (principalmente las sanguíneas) para forzar al oponente a rendirse, dejándole en una situación hipotética de violencia extrema, fuera de combate o inconsciente dependiendo en la técnica de sometimiento usada por el practicante de jiu-jitsu.
Hélio Gracie, "Dios creó a hombres unos fuertes y otros menos, el jiu-jitsu iguala o minimiza esa disparidad de diferencia de fuerza y/o altura una vez que un oponente de menor envergadura o peso decide proyectar a su adversario llevándolo al suelo para desde ahí utilizar alguna técnica de jiu-jitsu".
El Ju-jutsu se desarrolló en el Japón feudal, en el que eran comunes las batallas de ejércitos de diferentes clanes formados por los famosos guerreros Samurai. En dichas batallas las principales armas utilizadas eran el arco a grandes distancias; lanzas, garrotes/ batones reforzados con placas de hierro y/o ganchos, y sables estando a larga distancia; y cuerdas, cadenas, puñales y/o cuchillos en la distancias media y corta.
Como es natural en los enfrentamientos armados, llegaba el momento en que los Samurai se encontraban cuerpo a cuerpo con su oponente, o debían capturarlo, e incluso situaciones en las que perdían su arma y debían defenderse de oponentes aún armados. De esta necesidad de técnicas de defensa cuerpo a cuerpo, nació el Ju-jutsu, ya que como peculiaridad que los Samurai portaban armaduras de placas de metal, madera y cuero reforzado en el campo de batalla; así que las técnicas de golpes o patadas resultaban poco efectivas. Por esta razón, proliferaron las técnicas de lanzamientos, luxaciones y derribos para llevar al oponente al suelo, causándole daño con la caída o continuando con la aplicación de técnicas para eliminarlo en el menor tiempo posible. Dentro de estas técnicas podemos citar luxaciones, sumisiones y estrangulaciones, además del uso de armas de corta distancia como la daga japonesa Wakizashi o el cuchillo, o Tanto, usadas para atacar por entre las uniones de las armaduras.
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